por Marco Fidel Medina –
Con ya 361 días del proceso de paz en Colombia y los avances no se ven, esto ya se venía venir, el tema en concreto en este país es solo neo político-capitalista, donde los principios de quienes la conformas solo son interés particulares y colectivos mas no de una fuerte participación ciudadana frente al conflicto, frente a la reparación de victimas, y resocialización de los ex insurgente como los que este estén actualmente en las filas.
En la actualidad los avances han sido pocos en lo que concierne también en temas agrarios, las Farc insisten en una fuerte posición de celeridad, concretización de dialogo de que avance pero manifiesta al mismo tiempo inconformidad por la actitud del Gobierno Nacional, cuando muchas de las veces se retira de la mesa de diálogo cuando se trata de firmar el acuerdo que de fin al conflicto, como bien sabemos las propuestas no serán fáciles de aceptar por las parte a sabiendas del enriquecimiento licito y ilícito de las partes, me explicó:
1. Todo proceso de paz en un determinado país se lleva a cabo bajo una objetividad capitalista, llena de economía, política y religión bastaría de comprender la posición explicita de las intervenciones anteriores mencionadas menos la religiosa, ya que esta última es la más inoportuna, y delincuente frente a los derechos de la sociedad en sí y en aras de un desarrollo sostenible real de un país determinado.
2. El Estado Colombiano está bajo la Constitución política del 1991, un cambio radical de un Estado de Derecho a convirtiéndose en un Estado Social de Derecho y Laico, pero la realidad es otra frente aún determinado fenómeno social como es el proceso de paz actual y muchos más como es la problemática de los Indígenas y sus resguardos, como la ley de víctimas y reparación, restitución de tierras, y derechos de la población LGBTI esta constitución es demasiado nueva para tener el poder legislativo, judicial y ejecutivo que se espera para que esta sociedad vaya encaminada al reconocimiento de primara mano, pues en al actualidad los derechos y sus garantías de los y las ciudadanas de Colombia son de segunda y tercera clases frente al poder que domina esta nación como son algunos partidos políticos y las Farc-ep, donde es Estado lo que no protege lo hace las Farc- ep en un mecanismo de inclusión por medio de la fuerza y la ausencia total de un Estado frente a sus semejantes.
3. Lo ilícito y licito, en la administración de justicia en Colombia tiene unos de los fenómenos sociales en contra vía del desarrollo y más en cuando a las garantías del mismo, por ej.: cuando se habla de secuestro en Colombia se habla de un negocio bilateral entre el Estado y el grupo insurgente, no se habla de un reconocimiento del fenómeno social como tal sino de una negociación, como un mercancía de paso.
Para comprender los fenómenos sociales y más en Colombia habría que reformar las doctrinas sociales, frente a un determinada demanda del derecho, las implicaciones del pueblo serán una estocada para que este país avance en el reconocimiento del otro frente a si mismo, con una administración viable y equitativa.
